Cisnes negros de origen legal

Los auditores y consultores insistimos suficientemente como un rango de experiencia en la importancia de incluir los llamados riesgos improbables dentro de los mapas de riesgo, hasta el punto que se ha llegado incluso a acuñar el término Cisnes Negros para ellos como terminología común entre compañeros para saber a qué estamos aludiendo cuando queremos referir a otro auditor el estado de un caso, o el estado en que se encuentra un proyecto.

Es cierto que es un error común de los consultores noveles el hecho de subestimar la ocurrencia de ciertos fenómenos que resultan harto improbables, pero quedan mentalmente excluidos de este concepto mental por supuesto los que ya cuenten con una certificación, o algún sello oficial, porque son fuentes de diligencia fiables «delegada».

En este post quisiera compartir con la comunidad una propuesta para acuñar como jerga técnica el concepto de carne de caballo halladas en hamburguesas, que sacudió los titulares de todos los diarios europeos (https://www.20minutos.es/noticia/1736928/0/claves-hallazgo/carne-caballos/productos-europa/?autoref=true). Quizás los compañeros de Latinoamérica no estéis familiarizados con este suceso, pero en Europa los tráficos libres de mercancía alimentaria están desde decenios ya normalizados y cotidianizados. Y Rumanía en este aspecto cuenta con el mismo status legal que Francia o España y a cualesquiera otros efectos que pudiera pensarse en términos del tránsito de alimentarios, y es que con el ingreso en la Unión Europea de un país la equiparación en el status jurídico queda totalmente igualada. Y es que las industrias alimentarias domésticas de otro territorio de la Unión están ex lege exentas de realizar controles sanitarios sobre mercancía sanitariamente ya despachada en origen por las autoridades sanitarias. Es por ello que no está normado que los supermercados españoles tuvieran que llevar a cabo el control de calidad hasta el punto de incluir un análisis genético de la carne que ponen a la venta.

Y fue con motivo de una iniciativa ociosa de algún estudiante de biología que se descubrió que un porcentaje de la carne de vacuno picada que se estaba comercializando tenía trazas de ADN de caballo. El rastreo del caso puso de manifiesto que las trazas habían tenido origen en Rumanía, nación que alimentariamente tiene el mismo régimen sanitario y aduanero que España, de forma que los supermercados quedaban exentos de mayor control que no fuera el rutinario de calidad que se realiza con un producto nacional: condiciones de temperatura, almacenaje, expiración etc.

Resultaba claramente NO normado a la luz de la legislación vigente que tuvieran que hacerse análisis genéticos. En este post quisiera compartir con la comunidad de CSF la propuesta para acuñar el término como neologismo para referirnos precisamente a esta clase de sucesos, en los que la exclusión de un riesgo se produce por causas legales.

Por supuesto, la recomendación no preceptiva por parte de nosotros, ya sea como auditores, consultores o abogados internos de empresa, será igualmente ingeniar controles sorpresivos e intempestivos, pero queda claro que entre nosotros, la comunidad de Compliance, necesitamos un término para designar la concreta categoría de estos eventos que no resultan normados.