Siete desafíos de Compliance en el Sector Público Parte I

Maria Dolores Troiano

Parte 1: Compliance en el Sector Público, ¿es posible?

El compliance, entendido como cumplimiento normativo, tanto de normas legales como de compromisos voluntariamente asumidos, es posible y además es conveniente en todos los ámbitos de la sociedad.

El compliance es, ante todo, un deber moral del hombre para su sostenibilidad a largo plazo. Si la persona humana no mantiene una conducta de cumplimiento en su vida personal, esto se traslada a su vida en sociedad. Está visto que, cuando no existe cumplimiento normativo, las estructuras sociales caen.

Actualmente, el compliance se concibe como una responsabilidad, como un deber a cumplir a nivel mundial, para mantener el equilibrio jurídico, económico, financiero y social de los países, tanto en el sector privado como en el Sector Público.

Sin embargo, que sea conveniente aplicar compliance en el Sector Público, no significa que sea una tarea sencilla, dada la gran cantidad de oponentes que pueden encontrarse en este sector.

Un ejemplo contundente es la corrupción, que se suele expandir rápidamente a través de las actividades del Sector Público, situación que afecta a nivel mundial. De este modo, si en una institución pública la corrupción es moneda corriente, la oposición al compliance será evidente.

Otros casos de oposición al compliance que ocurren en el Sector Público son: los agentes públicos que procastinan, o aquellos que deciden no capacitarse, o quienes se niegan a los avances tecnológicos, etc.

¿Y cómo se puede lograr el cambio de paradigma de cumplimiento en el Sector Público?: las nuevas generaciones de profesionales de compliance, que trabajan con conciencia social, bajo una cultura de cumplimiento bien establecida, serán las encargadas de cambiar la mentalidad de los funcionarios y agentes públicos hacia el compliance.

¿Cómo se aborda tradicionalmente el cumplimiento en el Sector Público?: a través del sistema de premios y castigos. Sin embargo, es una realidad que este sistema contribuye aún más con los actos de corrupción (soborno) y con otros delitos relacionados (por ejemplo: negociaciones incompatibles con el ejercicio de la función pública, concusión, enriquecimiento ilícito, malversación de caudales públicos, contrabando, lavado de activos, etc.).

¿Qué posibilidades existen para abordar un cambio en la cultura organizacional en el Sector Público, que ayude a lograr el compliance?: se podrían considerar tres enfoques complementarios, sin ser taxativos en modo alguno, a saber:

Tone from the top en los funcionarios públicos: la existencia de compliance en las organizaciones depende de sus máximas autoridades, sea cual fuere el sector de aplicación. Por ejemplo, si los funcionarios públicos son corruptos, difícilmente se logre una cultura de compliance en los agentes públicos (empleados).

A nivel mundial, está comenzando a gestarse un cambio interesante en las políticas públicas, orientadas hacia la calidad, la transparencia y la participación ciudadana. Esta es una muestra clara de acciones realizadas por los funcionarios públicos para lograr compliance.

• Generación de confianza a nivel interno: es fundamental que los agentes públicos puedan sentir que en el organismo en el cual trabajan «se respira compliance». Por ejemplo: existen organismos públicos en los cuales los funcionarios públicos defienden durante conversaciones privadas la ética de sus empleados, pero luego no lo exponen públicamente, lo cual genera descrédito interno.

Algunas herramientas de compliance para lograr confianza interna son: código de ética o conducta efectivamente aplicado (coherencia entre pensar, sentir y actuar), comunicación interna adecuada, canales internos de denuncias, sistemas de investigaciones internas, protección contra represalias, sanciones efectivas a quienes no cumplen con las normas, entre otras.

• Generación de confianza a nivel social: consiste en mejorar la reputación del organismo público. Es el cambio más complejo de lograr, dado que depende de múltiples factores, a saber: artículos de prensa amarillistas, hechos del pasado que avergüenzan al Estado, opinión pública sobre las actividades realizadas en el sector, etc.

Algunas herramientas de compliance para lograr confianza social son: código de ética o conducta difundido adecuadamente, comunicación institucional efectiva (apertura hacia la sociedad), canales de denuncias abiertos al público, investigaciones efectivamente realizadas, protección contra represalias, sanciones aplicadas difundidas eficazmente, entre otras.

En el próximo post se abordará la segunda parte de esta entrega: las nuevas responsabilidades que atañen a los funcionarios públicos para la aplicación efectiva de compliance en el Sector Público.

¡¡¡Muchas gracias!!!

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Comentarios (2)

  1. Iván Palomo - 21/09/2020

    ….

  2. Isaac Grauer - 02/10/2020

    Los años 2000 fueron los años de eclosión de formas administrativas híbridas: consorcios público-privados, entes públicos empresariales, institutos de crédito oficial, sociedades estatales de participaciones industriales (SEPI, como se denominan en España).

    Esta hibridización ha sido una gran ayuda para que el sector público asuma estas responsabilidades. Esperamos con interés tu próximo post sobre ese concreto punto!